Los apartamentos de vacanciones de la residencia Le Farfalle se encuentran en el pueblo de Tergu, Cerdeña, un lugar tranquilo y acogedor dedicado a la agricultura y al pastoreo con vistas al Golfo, a 5,5 km de Lubagnu y a 7 km de Castelsardo.
Tergu se caracteriza por la autenticidad y el sentido de la hospitalidad de sus habitantes, por la excelencia en la producción de alimentos (los ganaderos y pastores elaboran quesos artesanales y fiambres deliciosos) y por la tranquilidad del territorio que, junto al campo y al aire saludable, lo convierten en un pueblo de la «buena vida». Su clima es templado, suavizado por la brisa marina, y sus vastas extensiones de campo alegran el alma. Para más información acerca de los monumentos históricos y las excursiones, consulte la sección Excursiones.
El pueblo está rodeado por diversas zonas agrícolas, donde es posible entender el tiempo y la dinámica de la vida rural y pastoral.
Es un municipio muy fiel a sus tradiciones históricas y religiosas, de entre las que cabe mencionar la Natividad de María, el 8 de septiembre, cuyos festejos duran 3 días, del 7 al 9 de septiembre. Además de la procesión religiosa, la fiesta atrae a miles de turistas por el folclore que lo caracteriza: los desfiles con trajes de distintas regiones de Cerdeña, el desafío de los jinetes a caballo, el festival de comida y el baile hasta altas horas de la noche. Otra festividad tan querida y tradicional es la del «Lunes Santo », que se celebra el lunes antes de Pascua. Además de los rituales religiosos, desfiles, procesiones y cantos corales a capella que connotan diferentes momentos del día y la noche, es una auténtica fiesta campesina en la que participan, con alegría, familias y jóvenes.
Ya hemos mencionado sus tesoros y bellezas históricas culturales en la sección Excursiones, así como sus fondos marinos, en la sección Playas.
Merece unas pocas palabras el flamante puerto de Castelsardo, donde uno puede amarrar y aparcar su propia embarcación, alquilar una, o ir de excursión a la hermosa Isla de Asinara, todo ello con tarifas competitivas, en comparación con otros puertos del norte de Cerdeña.
Castelsardo ha ganado popularidad con los años, gracias a su artesanía tradicional (las cestas y tapetes, que aún elaboran a mano las mujeres del pueblo, se consideran valiosas artesanías), de la que nacieron los principales centros comerciales para las compras de artesanía.
En primavera ofrece un programa de fiestas, tradiciones y fiestas religiosas muy variadas, y en verano la plaza se llena de festivales, conciertos y noches temáticas.
No puede perderse las cenas de marisco y pescado fresco en cualquiera de los muchos restaurantes de mariscos del pueblo.
